Nota muy interesante de la Santa Cruz Verde proxima festividad de San Andres Yaa
Miercoles, 04/05/2011 - 01:37
San Andrés Yaa, Villa Alta, Oax.-Con la más ferviente devoción, los hombres y mujeres que llegan a esta población, al pie del ojo de agua sagrado esperan milagros. El lugar contiene todos los elementos para ser considerado así: un sitio consagrado. El agua brota cristalina de la tierra, pero no es posible verla porque al depósito lo cubren todos los ramos de las plantas locales con las que los devotos -en su totalidad indígenas- han limpiado previamente su cuerpo.
Frente al pozo, el cual es conocido como "La Laguna" por los locales, un señor pide ayuda a una mujer para que lo limpie. Está visiblemente enfermo, tiene el brazo atrofiado y no puede moverlo. La mujer le interroga: "¿es mezcal esto?", refiriéndose a una botella de plástico que lleva el hombre, "no, es agua de aquí", es la respuesta.
Acto seguido, la mujer comienza a tomar buches de esa agua que le escupe sobre el cuerpo como un atomizador, "no te preocupes, yo soy curandera", le dice, y posteriormente comienza a golpearlo a ramazos, también le ciñe la frente con una corona de las ramas, "no te preocupes, ya estás curado," añade.
"TENEMOS QUE PEDIR POR SU VIDA"
Serafín Vásquez Pérez es originario de Totontepec, Villa de Morelos. Es mixe y año con año llega a este sitio de peregrinación. Con sus manos y un cuchillo poda unas ramas con las que preparará una casita en torno del ojo de agua. "Sí funciona, también se puede dibujar; el año pasado vine y dibujé mi casita, y ahora ya la tengo, es pobre, pero tengo ya algo. Este año la voy a hacer con ramas, y va a ver que sí va a funcionar y la Santa Cruz me va ayudar", explica.
Al igual que cientos de indígenas de diferentes etnias, el peregrino arriba cada año a solicitar favores a la Santa Cruz. Este año, según comenta, espera la visita de un niño a quien llama Joel y quien hará el trayecto a pie, desde su comunidad. El pequeño necesita milagros, pues su vida ha sido difícil. Nació en Choapan Veracruz, y su madre sufrió una enfermedad cuando el padre del pequeño los abandonó, por lo que poco después murió.
Si no lo recogemos él se muere. Tenemos que pedir por su vida, tengo ya lista su vela", responde seguro de que la fe de él y del niño ayudarán en que el infante tenga un mejor futuro.
CUESTIÓN DE FE
La curandera continua con la labor incesante de dar ramazos a las personas que se lo piden. Afirma llamarse Eva Cano y ser originaria de Villa Hidalgo Yalalag. Mientras limpia a otro anciano dice: "quítale ese pecado, tú que estás sentado a la derecha del padre, tú padre celestial, aquí te dejamos todo," luego le toma la cabeza enérgicamente y la golpea con las ramas.
Lo sujeta fuertemente y segura de sí misma dice al reportero, "este está muy mal."
Minutos antes, al pie del ojo de agua un señor dice con convicción, "yo ya quiero dejar de beber, me hace sentir enfermo."
El ritual es impactante a la vista. Hombres y mujeres llegan, se postran ante la Santa Cruz, que es muy sencilla, levantada de concreto y pintura blanca, y está localizada en la parte superior del ojo de agua.
Ahí encienden las candelas con la luz de otra veladora ya quemándose. Bañan de mezcal, aguardiente o brandy de jerez los contornos de la laguna. Luego riegan los alcoholes dentro del agua, mientras elevan sus rezos. Otros lanzan pan o huevos blancos hacia el pozo, algunos más arrojan monedas. Muchos sujetan con un broche a sus ramas billetes en miniatura y los tiran al agua.
PEDIMENTO O CODICIA
Los milagros que solicita el hombre, algunas veces son simples codicias: dinero, una mejor casa, un camión de redilas o cabezas de ganado, y todos estos símbolos son representados ya sea con billetes en miniatura, o pequeños camiones de juguete, o toritos de plástico, todos también entran en el pozo de los milagros.
También hay milagros requeridos más profundos: personas que piden por la salud perdida, o que no pueden tener hijos, y entonces, toman un muñeco de plástico, lo llevan a bendecir ante el sacerdote, y más tarde lo arrojan dentro del agua, esperando que con este gesto divino la cruz otorgue el ansiado milagro.
"Es una cuestión de fe", confían los asistentes; pero todos -sin excepción- aseguran haber sido ya beneficiados directos o testigos de que estos milagros se han vuelto realidad.
Un pueblo espiritual
Trinidad y Juana Sebastián son hermanas, ambas nativas de San Andrés Yaa. Por tres días vivieron bajo las lonas de un refugio que construyeron para recibir a los peregrinos de los distintas comunidades y estados que visitan la localidad estos días.
La fiesta se extiende por tres días, y ellas, brindarán a los peregrinos café, tamales de frijol, mezcal y tortillas, por pura devoción, "por la voluntad de su corazón". En zapoteco, explican al fotógrafo que es una tradición que aprendieron de sus padres, cuando las lonas de plástico no existían y se refugiaban bajo hojas de los árboles.
Afuera el ambiente es frío y la neblina ocasiona que el agua se condense y caiga en gotas sobre la improvisada tienda de campaña, similar a las cientos que se instalan para recibir a los peregrinos y migrantes que regresan sólo para pedir a esta Santa Cruz. "Es muy milagrosa, te da lo que pidan", dice Juana en zapoteco, al tiempo que sirve más café y tamales de frijol con hoja de aguacate.
Gozona o multiplicación de los panes
En la cocina del pueblo, Ezequiel Cano Arreola, proveniente de Santa María Temaxcalapa, explica la tradición, que llaman "la gozona". "Es una especie de uso y costumbre que en Oaxaca se llamaría Guelaguetza. La gente de San Andrés pone toda la comida y la gente de las comunidades cocina y trabaja para alimentar a todos". El café se cuece, al igual que el cado de res, no en ollas, sino en tinas enormes.
En total, al llegar al mediodía, se han matado ocho toros para alimentar al pueblo sin ningún costo.
Los panes y las tortillas, se multiplican, y es imposible no pensar a su vez en el milagro de la multiplicación de los panes.
Fe detrás de la montaña
San Andrés Yaa es un lejano pueblo enclavado en la sierra norte, entre San Melchor Betaza y Ildelfonso Villa Alta
129 kilómetros.de la ciudad de Oaxaca
497 habitantes
42.76% de la población analfabeta
95% de la población sin derechos de salud
Fuente: X Censo de Población y Vivienda y Sedesol
LUIS PARRA MEIXUEIRO / FOTOS: BALDOMERO ROBLES
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